diciembre 23, 2005

El partido por la… mitad

En chile no deberían existir tantos partidos políticos, sólo el partido por la… mitad. Sí, el partido por la mitad, porque las encuestas, las elecciones pasadas y la segunda vuelta lo confirman, estamos 50 y 50 divididos en dos. La mitad de arriba y la mitad de abajo, la mitad de derecha y la mitad de izquierda, a lo mejor ahora me explico porque se llaman “partidos” políticos, porque así nos tienen, partidos en dos. Y llama fuertemente la atención que sólo sean dos grandes tendencias, ¿es que acaso no hay más propuestas dignas de seguir? ¿No tenemos más ideas como para que exista un tercer o cuarto gran partido o agrupación de partidos? ¿Sólo esas dos mitades, derecha e izquierda nos bastan para mejorar nuestra calidad de vida? Sinceramente no lo creo, ni quiero asumirlo a pesar de que los resultados me jueguen en contra.

Mucho se ha dicho que estamos dejando atrás la división, la polarización pero yo sólo veo un país perfectamente seccionado en dos y completamente polarizado. ¿Dónde están las nuevas ideas? ¿No hay alguien que pueda presentar una nueva opción seria? ¿De nuevo la mediocridad nos hace aceptar sólo dos opciones? ¿Qué pasa con los matices?

Necesitamos nuevas ideas, nuevos pensamientos, nuevas corrientes de organización política que representen el nuevo mundo completamente cambiado y apurado que vivimos los que no estamos tan cómodos como los que hoy hacen política. Nuevos ojos para observar los problemas reales, nuevas formas de llevarnos a estructuras y espacios de colaboración y de acción comunitaria para resolver y solucionar lo que realmente nos aqueja y preocupa. Nuevos líderes, nuevas caras, nuevas motivaciones, nuevos motivadores, cambio, cambio, cambio. Nos falta creer que podemos luchar por nuestras convicciones, por nuestros ideales, por poner en práctica nuestras ganas de ayudar a muchos otros con nuestras ideas, nos hace falta volver a creer en nuestros sueños, en que se pueden llevar a la realidad, nos hace falta volver a creer en el Chile soñado hecho realidad como fruto de un pueblo unido bajo un solo objetivo, crecer con igualdad, con respeto, con justicia, con tranquilidad, con seguridad, con alegría y con oportunidad.

Mientras me agito con este discurso, y por mi sangre corre encendida las ganas de luchar por un cambio, seguimos viviendo al alero de las grandes promesas de las dos mitades políticas, o mejor dicho, bajo las promesas que nunca se cumplirán del todo, ni nunca nos representarán del todo, ni nunca nos beneficiarán del todo, ni nunca nos motivarán del todo, ni sacarán de sus trincheras a la pasión, los sueños, la voluntad. Seguimos y aparentemente seguiremos viviendo bajo el destino del caprichoso pero único y gran partido político de Chile, el Partido por la Mitad.

diciembre 19, 2005

Innovación, Tecnología y Desarrollo.

A continuación copio lo expuesto por mi en AtinaChile:

"Innovación, Tecnología y Desarrollo.

Que palabras más usadas por muchos, pero que tan poco valoradas por otros. Tres conceptos más que palabras, que abarcan mucho más que el mundo empresarial, el universitario o la agenda del país, si es que se puede decir que existe. Estamos luchando por que se escuchen nuestras ideas, estamos luchando por cambiar las políticas sociales, y de gobierno, estamos intentando cambiar nuestro país desde donde podemos, pero poco hemos logrado respecto a acciones concretas y eventos relevantes respecto a lo que necesitamos para crecer con igualdad, seguridad, tranquilidad, esperanza y felicidad como país.

Me detuvo hace unas semanas a escuchar a los candidatos a la presidencia en los debates, busqué sus programas de gobierno y los leí, y no encontré propuestas sustanciales para lograr lo que prometen. Mis cuestionamientos como un ciudadano más son ¿Podemos soñar con una mejor distribución del ingreso si este no alcanza para todos? ¿Se puede prometer una mejor calidad de vida si el país no produce lo suficiente para llegar a ese estado? ¿Podemos terminar con la pobreza y el desempleo si no existen los medios para mantener eso en el tiempo?

Me hubiera gustado encontrar en esos discursos políticos un plan efectivo de apoyo al emprendimiento, la investigación, el desarrollo tecnológico y a la innovación como uno de los pilares para la creación de valor dentro del país. Creación de valor, así es, porque lo que tenemos que lograr es que el país genere mayor riqueza, económica, intelectual, de conocimiento, de talento y de cultura. Si el país no es capaz de aportar valor tanto a los mercados externos como a los internos en le tiempo entonces es difícil que podamos mantener la situación relativamente favorable que tenemos hoy.

Y no digo todo esto como simple observador. Les cuento mi experiencia, en el año 1998 junto a unos compañeros de la Universidad de Santiago de Chile creamos un proyecto de apoyo a la innovación tecnológica, porque teníamos claro que había una gran distancia entre los talentos universitarios y las empresas. Hicimos un concurso nacional de innovación tecnológica el año 2001, el que se repitió el 2003, 2004 y 2005, logramos donaciones importantes para la universidad, logramos acercar tanto a los estudiantes a la problemática real de la industria chilena, como a las empresas a quienes podían solucionar sus problemas, pero principalmente, fuimos actores en el gran cambio de orientación de la carrera que estudiábamos desde una carrera netamente técnica a una malla curricular más abierta al emprendimiento, la innovación tecnológica, el liderazgo y la creación de empresas. Pero no fue fácil, nos criticaron, nos acusaron de sólo querer obtener beneficios económicos de eso, tuvimos que plantearnos como un centro de alumnos paralelo al oficial, nos dijeron mil veces no lo van a lograr, nos cerraron muchas puertas, pero lo hicimos y creo valió la pena, porque siento que dejamos un pequeño pero importante legado, sembramos la semilla de la pasión, del cambio, de las ganas de construir algo mejor y que realmente nos represente.

Creo que este país, y principalmente sus dirigentes no pueden seguir haciendo como que no ven lo que muchos de nosotros queremos y estamos haciendo. Creo que no se puede seguir evitando el pensamiento subterráneo de miles de jóvenes unidos en espacios como este sobre el país que realmente queremos, las políticas que realmente queremos y mucho menos desperdiciando la gran pasión que nos lleva a expresarnos y organizarnos en acciones concretas.

Antes de encontrar sitios como este me sentía solo contra el mundo, ahora se que existen muchos más con mi misma motivación y visión de país. Hace poco hice un comentario en una publicación pidiendo que no dejemos que estos pensamientos se queden en eso, busquemos la forma de irlos transformando en acciones concretas, que hoy serán pequeñas, pero que mañana pueden provocar un gran cambio.

Finalmente, innovación no es sólo en tecnología, es en planes educacionales, es en generación de empleos, es en formas de organizarse, tecnología no son solo chips, es cualquier método innovador que nos permite repetir el éxito en una tarea, desarrollo es lo que tenemos que apoyar, y mantener en el tiempo, es lo que tenemos que aumentar, todo lo anterior nos ayudará a crear el valor que necesita Chile como nación, frente a América latina y el mundo, nosotros desde este espacio tenemos una gran tarea, apoyar y crear las instancias necesarias para los emprendedores, los innovadores, los soñadores y los desarrolladores y así algún día disfrutar del país que queremos."

diciembre 17, 2005

Voluntad


"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad."

(Albert Einstein)

diciembre 14, 2005

Un enfría-cama por favor

Verano, calor, cielo azul, playa… Aquí estamos de nuevo, a días de la navidad y del año nuevo. A días de los meses de vacaciones, de viajes, de estar con la familia y de disfrutar de amores de verano y esas cosas. Las mujeres, más hermosas que nunca, mostrando sus virtudes como si esperaran esta época para eso, y nosotros con los tremendos ojos (jeje). En fin, verano al fin, mil historias por venir, pero…. Con mucho calor!

No hay nada más desagradable que no dormir por culpa del calor. Pensaba anoche, mientras trataba de dormir entre el calor y el ruido del ventilador que no hacía muy bien su trabajo, que así como hay calienta-camas para el invierno, deberían existir los enfría-cama. Sí! Enfría-camas, algo así como un colchón o cubrecama que estuviera heladito. Sería genial, llegas muerto de calor y la cama helada, quieres dormir la típica siesta de sábado o domingo en la tarde y no despiertas hecho sopa (ja!).

Si alguien conoce alguna forma de evitar el calor en las noches o al dormir que me diga, a parte del aire acondicionado por supuesto. ¿Qué podría ser? Mmm… un pijama temperado (lamentablemente no uso pijama), ¿Una cama de agua? ¿Sábanas de ese material con el que los deportistas evitan la transpiración y están siempre frescos? (aunque no necesito eso para ser fresco… dicen algunas amigas por ahí), ¿Dormir en la tina?, lo que sea, pero creo que el que tenga la solución no sólo la tiene para mí, si no para todos quienes pasan por lo mismo en verano.

Así es que, viejito pascuero tráeme para navidad un enfría-cama por favor… jojojo, o al menos mándame a alguien que conozca una buena solución.

diciembre 12, 2005

Alma de niño

Tengo 29 años. Para un adolescente de 18 años probablemente soy un viejo. Para una persona de 50 un joven. Para mi madre “hijo, ya eres un adulto”. Para mí, soy un niño. Un niño que quiere seguir siendo toda su vida un niño. Que quiere mirar las cosas con ojos de niño, que nunca quiere perder los valores puros de la inocencia, que quiere amar toda la vida como un niño, que quiere seguir soñando siempre como un niño. A lo mejor esta declaración parece un poco liviana para algunos. Pero sí, soy un niño. Un niño, a lo mejor un poco más responsable, y más conciente que cuando tenía 10. Y no lo digo por decirlo, creo que cuando uno es niño tiene menos límites, menos vergüenza, menos barreras, más creatividad, más imaginación. Ser niño, implica vivir el sueño de nuestra eterna juventud. Vivir el sueño de nuestra vida. Imaginen, con lo que saben ahora, si tuvieran la posibilidad de volver a ser niños. ¡Poder volver a romper las cosas de mamá que no nos gustaban una y otra vez!! Gritar y llorar por lo que no nos parece bien o justo, reclamar por un premio cuando nos portamos bien, vivir recibiendo felicitaciones por todo, tener a alguien que nos regañe siempre cuando no hacemos las cosas bien, vivir con la conciencia de siempre aprender. Ser niños, es tener la posibilidad de imaginar y soñar sin límites, sin preconcepciones, sin preocupaciones, sin auto-límites, sin auto-barreras, sin la responsabilidad de ser políticamente correcto (ja!).

Soy un niño, cuando me conviene… y cuando no me conviene también quiero serlo. Es mi forma de poder gritar y reclamar por lo que no me parece bien, de pensar y creer en que puedo cambiar todo, de actuar sin pensarlo tanto, y después, de recibir mi premio, para finalmente contar una historia extraordinaria sobre ello. Así es, admiro los niños que cuentan historias increíbles sobre lo que hacen o ven, y es porque en realidad lo que hacen es increíble, para su edad y para nuestras mentes cegadas. Cuando dejamos de ser niños, perdemos la capacidad de asombrarnos con esas historias, perdemos los sueños e ideales, la energía, motivación y ganas para embarcarnos en grandes historias.

Admiremos a los niños, porque ellos son la perfección de nuestra generación, son el fruto de nuestros intentos de mejorar. Imitémoslos, porque necesitamos más alma de acción que sentimiento de represión. Los niños son capaces lograr trabajo en equipo, de creer en lo increíble, de no preguntarse si se puede o no, de soñar con ir a la luna a Marte, a Júpiter, al final del universo. Necesitamos más niños, o mejor dicho, personas con alma de niños. Para los que aún estamos comenzando la vida, tenemos un gran ejemplo, los ancianos, o en realidad, los mayores de 60 años, no necesariamente considerados a si mismos como ancianos, ya lo están haciendo, ellos están rehaciendo sus vidas como niños, disfrutando sus vidas como niños, comenzando a soñar de nuevo como niños, creyendo en las cosas como niños, están comenzando a ir a la universidad otra vez, están recorriendo el mundo, un mundo sin fronteras, están emprendiendo nuevos y grandes proyectos… a su edad.

Algo importante, para un niño cada cosa que se hace, es un GRAN PROYECTO. Un niño no hace proyectos pequeños, mediocres, de menor importancia, para un niño, cada proyecto, es el proyecto de sus vidas. La mediocridad, pienso ahora, nace cuando dejamos de ser niños. Un día, me preguntaron, después de haber terminado un proyecto emblemático, por el que recibí muchas congratulaciones, dos preguntas:

¿Qué importancia le das a este logro en tu vida?
- Creo que es uno de los proyectos más grandes que he hecho en mi vida.
¿Qué harás ahora, cuál será tu próximo trabajo?
- Ahora, me dedicaré a hacer el proyecto más grande de mi vida.

¿Por qué no?! Sí, esa es una buena filosofía de vida, como la de los niños, sin límites, sin pensar en como hacerlo si soy una simple persona, una más entre miles de millones… Recuerden, los grandes cambios del mundo, los grandes descubrimientos, las más grandes ideas, visiones, sueños y logros vinieron de… UNA PERSONA, como cualquiera de nosotros, con problemas, con responsabilidades, con limitaciones de tiempo, pero sobre todo, con una diferencia, con la certeza absoluta de que lograrían, como he dicho antes, querer un cambio, creer en el cambio, ser parte del cambio y disfrutar del cambio. Como niño le digo al mundo: Todo es posible, cuando eres un niño.

diciembre 07, 2005

diciembre 04, 2005

Carreras de 1/4 de milla

Los famosos piques de 1/4 de milla en MERSAN (Mercado de Santiago)

El club del uno preparandose

Buenas carreras de piques

Algunos atrás quemando llantas

La codiciada meta

Autos soñados

Mucha juventud

Más carreras

Pura adrenalina


Una pasión para los amantes de las tuercas, entretención sana para los asistentes.

diciembre 03, 2005

Emprender

No se si han sentido alguna vez que están muy cerca de lograr algo muy grande pero no saben que falta. Así me siento en este momento, a la una y treinta de la mañana. Con esa sensación de estar a punto de dar en el clavo, de dar a luz una de esas genialidades que a veces tengo. El tan esperado regalo que de la mezcla perfecta de inspiración, motivación y creatividad. Mi cabeza ha trabajado horas y horas durante días y días mejorando lo que comenzó como una loca idea hace algún tiempo atrás. Y en este momento, siento que el trabajo constante está a punto de dar su mejor fruto.

Es que para mi no hay nada mejor que la sensación de satisfacción de haber hecho algo realmente bueno. Sobre todo cuando ha pasado por todas las etapas que pasa una buena idea antes de convertirse en algo exitoso. Primero una idea, que nace de la observación. La observación es una de las cosas más importantes cuando se es creativo. La observación adecuada nos permite darnos cuenta de lo que los demás pasan por alto. De la observación, y de nuestra experiencia, nace la asociación, y de ésta, finalmente una gran idea.

La idea, generalmente nos parece lo suficientemente buena como para desarrollarla, cuando creemos que nos diferencia aportando valor a lo observado, generalmente un problema no resuelto, o para nosotros, no tan bien resuelto. La idea, parte como eso, como idea, y de ahí a hacerla algo concreto, mucho camino por recorrer generalmente.

Cuando estamos hablando de algo verdaderamente grande (que creemos que es grande) viene la etapa en que nos trazamos un camino para convertir la idea en realidad. He aquí un gran problema, el convertir una idea en una satisfacción. Muchas veces me ha pasado que he visto como otros disfrutan del éxito y yo pienso “Pero si esa idea se me ocurrió a mi primero”. La diferencia, es el hacer. Si no hacemos más que tener una idea, no ganamos nada, absolutamente nada. Hay que trabajar por desarrollar la idea, desde su concepción hasta su maduración como algo concreto.

Para lograr triunfar en el desarrollo de nuestra idea, son fundamentales los objetivos o metas, y más abstractamente, la misión y la visión. Los objetivos y las metas nos dicen el que queremos lograr y cómo lo haremos. La misión, nos dice como lo haremos para que esa idea trascienda al tiempo. La visión, nos dará el verdadero rol de la idea en su desarrollo más allá de los objetivos primeramente planteados, como aporte a algo más grande a futuro.

No olvidemos, que todo aquello y más, requiere de un trabajo muy duro y constante en el tiempo. Para esto, otros conceptos fundamentales, la motivación y la inspiración. La motivación nos ayudará a no dejar todo botado a medio camino. La inspiración, nos dará una razón de peso para mantener la motivación.

Finalmente, sin saberlo, un día, todo se une perfecta y mágicamente, todo concuerda, todo cierra su círculo y nos admiramos profundamente del resultado. Felicidad, orgullo, adrenalina, satisfacción garantizada. Admiración de otros, felicitaciones de algunos, satisfacción también de otros. Simplemente una experiencia genial.

Imaginen esta misma experiencia de satisfacción, generadora de más motivación y fuente de inspiración, repetida una y otra vez. Esta es la esencia de los emprendedores. La diferencia entre los que hacen y los que sólo piensan en hacer. El gran alimento para un alma inquieta. La forma de querer un cambio, ser parte del cambio, y disfrutar del cambio. Una sencilla pero muy poderosa forma de vivir cada día nuevas experiencias. El secreto mejor guardado de las personalidades más admiradas y renombradas del mundo. ¿Entonces, por qué no hacer de esto una filosofía de vida? ¿Por qué no permitirnos vivir la experiencia de ser emprendedores y de triunfar en la vida?

diciembre 01, 2005