septiembre 27, 2006

Ángeles, un detective y ella. (continuación)

Capítulo IV: El misterioso pueblo de Hanni.


La elección de dar el concierto en la ciudad de Hanni había sido por mucho más que por la sencilla razón de que los integrantes de The Mukies vivieran en ella. Hanni era la antigua capital de la república, y fue la cuidad donde se quedaron la mayoría de los revolucionarios cuando Marchín fue nombrada la nueva capital. Debido a esto, Hanni presentaba un estilo de vida mucho más tranquilo y nostálgico que Marchín, cuidad en la que la vida ahora pasaba agitada, sin descanso, y muy pero muy rápidamente. La banda creía que Hanni era una buena prueba antes de tocar en Marchín ante el doble o el triple de personas que asistirían a su primer concierto. Además, las personas que vivían en Hanni tenían un especial sentimiento por la banda.

Hanni era una pequeña localidad, con una mezcla entre cuidad desarrollada y zonas campestres que la hacían un lugar muy acogedor para vivir. Había una importante presencia también de obras arquitectónicas invaluables, que habían florecido en la época en que Hanni se convirtió en la capital del estado, tiempo en que las riquezas abundaban, y existían muchas familias al estilo feudal con grandes extensiones de terreno y mucho dinero.

Hanni estaba rodeada de cerros y praderas, más bien había sido en principio una zona de agricultura y de hombres sacrificados, pasando luego a convertirse en un lugar donde se asentaba todo el poder del gobierno.

Todo lo anterior hacían de la cuidad un lugar de contrastes agudos, de muchos recuerdos, de gran historia. Muchos de los acontecimientos más importantes del estado ocurrieron en ella, y muchos de sus actuales habitantes se quedaron en ella por la nostalgia de aquellos tiempos. Sin embargo, hoy la cuidad era sólo recuerdos frente a la imponente Marchín, donde hoy se concentraba la riqueza y el poder.

Los habitantes de Marchín casi veían a Hanni como una cuidad campestre de ciudadanos campestres, donde poco se participaba del quehacer de la nación. Lo anterior en parte, se explicaba por una simple razón, muchos de los habitantes de Hanni, como Rod, dejaron la lucha por un mundo mejor luego de la revolución, y ahora buscaban otras cosas en su vida, alejados del mundo político y confrontacional.

La cantidad de habitantes en Hanni había disminuido mucho desde sus tiempos de gloria, y ahora, más bien quedaban los que realmente veían en ella aún la hermosura de sus contrastes y la riqueza de su historia. Sin embargo, también estaban la mayoría de las viejas leyendas de la revolución, como Rod, The Mukies, el teniente Hurber y muchos otros que prácticamente vivían desapercibidos bajo la sombra de la cuidad. Esto sólo hacía de Hanni una ciudad de historia viva, y eso era algo que alimentaba mucho el trabajo de Annie, pero a la vez, la hacía también una cuidad de presente misterioso, ya que la historia pasada hacía casi imperceptible la historia presente que se escribía por esos días.

Incluso el concierto de The Mukies pasaba a ser uno de los acontecimientos más importantes del último tiempo, y rompía la monotonía a la que la gente ya estaba acostumbrada.

Hanni estaba sólo a una hora de Marchín, y unida a ella por una larga y recta carretera, sobre la que se podía ver como el paisaje se iba transformando desde lo rural, tradicional, histórico, multicolor, a lo moderno, urbano y gris de las capitales modernas.

La gente no estaba acostumbrada ni a la violencia, ni a la inseguridad de las grandes urbes, y por esta razón, el episodio del secuestro de la hija del teniente Hurber había impactado fuertemente a su población, sobre todo porque se tejió sobre el regreso de una de las bandas más influyentes de la revolución, y esto dio más fuerza a sus retractores y a quienes veían en el recuerdo, en la historia pasada y en los actos que buscaban aclarar muchos de los acontecimientos de la revolución, algo que sólo volvería a traer conflictos.

Este era el ambiente que se vivía por los días del regreso de The Mukies, días en que Rod, Annie y Paul vivirían fuertes experiencias que alimentarían sus recuerdos por muchos años más, así como también, lo harían otros acontecimientos a otras personas en la misteriosa cuidad de Hanni.

* * * * * *

El palacio de las estrellas, era un gran anfiteatro construido hace ya casi 100 años, el que recordaba por todas sus paredes, techos y escaleras la edad de oro de la cuidad de Hanni. Su arquitectura y decoración presentaban obras de los más prestigiosos y talentosos artistas del estado. Al final, un escenario que podía ser visto por los 10.000 espectadores que cabían cómodamente sentados sobre una semicircunferencia en torno a él albergaría el regreso de los gritos de libertad. Existían tres niveles para apreciar el espectáculo, y en lo más alto se representaba el lugar perfecto para las elites y altas autoridades, quienes se beneficiaban de la mejor vista. El lugar estaba extrañamente decorado en muchas partes por estatuas de ángeles, las que no habían sido obra de ningún artista famoso, si no que habían sido puestas una a una con el correr del tiempo sin lógica alguna. Una leyenda decía que eran una forma de agradecimiento de muchos de los directores del recinto por los buenos años y espectáculos realizados en el lugar. Lo que la leyenda no explicaba, era ciertas rachas de buena suerte y prosperidad para los directores del palacio de las estrellas, incluso en momentos de escasez.

Si bien es cierto, Hanni había sido en algún momento el epicentro del que hacer de la nación, eso no había restado importancia al hecho de que en la ciudad aún existían muchos mitos y creencias en poderes divinos. Habían teorías incluso bastante osadas que trataban de explicar la gloria de la cuidad a través de ciertos pactos con el infierno, y que luego de haber tratado de romperse con ellos, la cuidad y la nación habían caído en desgracia y había llegado la revolución. Sólo vagas teorías para muchos, pero realmente ninguna explicación racional y lógica era capaz de ajustarse plenamente a la historia de la cuidad y la forma en que se desarrollaron las cosas.

Toda esta extraña mezcla de creencias hacia que la vida que transcurría en Hanni fuera muy distinta a la de Marchín, donde no había espacio para lo espiritual, lo divino, o cosas no tangibles, concretas y completamente racionales. Vivir y viajar a Hanni, para los habitantes de Marchín, era casi algo turístico y criollo.

Había una letra de una de las canciones de The Mukies que reflejaba el espíritu de la cuidad. Decía así:


Vivo entre ángeles y nubes
entre cuentos de hadas
descanso entre tus brazos dormidos
ruidos de gritos prohibidos

Los cuentos que nadie te cuenta
son propios de un mundo oculto
un nacer de nueva esperanza
una mirada al mismo destino

Vivo entre viejas historias
entre montañas y prados
entre monumentos de gloria
y laberintos de oscuros misterios

Hanni, el país de los sueños vivientes
el secreto de un nuevo horizonte

Hanni, el comienzo del fin del camino
el descanso de almas cansadas

Vivo entre nuevos ladrillos
espacios de formas quebradas
contrastes de cientos de vidas
voces de cientos de ideas

Ideas con sabor a marea
reflejos constantes perfectos
nadie ha dicho que viene
nadie ha dicho la verdad

Vivo entre muchos de ustedes
como otro cuento más
vivo en Hanni es lo cierto
entre miradas que van al mar

Hanni, paraíso de un futuro incierto
esperando la fuerza del pueblo

Hanni, hogar de cientos de ángeles
vestidos de oro y diamantes.


Y de pronto Hanni, se convirtió en el epicentro de las más fervientes batallas de la revolución, pasó de la gloria a la destrucción, de la armonía a la lucha por un mundo mejor, sin injusticias, sin abusos. ¿Parte de la evolución? ¿El esperado quiebre de la monotonía? ¿Necesidad de un cambio? ¿O la lucha entre el bien y el mal llegada a la tierra por actos impulsados por el deseo y la ambición irresponsable frente a tanta tentación? Así era Hanni, el paraíso y el infierno, el hogar de ángeles y demonios, un campo de batalla constante entre las fuerzas del bien y del mal… como en todas partes.

septiembre 24, 2006

Llegó la Primavera

Otro día domingo más, como muchos. Aunque este se ve un poco distinto. Por fin la primavera ha llegado, y con ella, muchos cambios. Lo creamos o no, esta época del año nos cambia, nos lleva de los días grises a los colores mágicos de la naturaleza, de la fría tempestad a un nuevo amanecer de sol radiante, cielo azul, aromas florales y sentimientos de que las cosas estarán mejor. Es el tiempo del amor también dicen, de redescubrirse y redescubrir a las demás personas, de coqueteos, de enamoramientos, del florecimiento de la belleza para muchos.

Otro domingo, luego de haber vivido nuestras fiestas patrias, y haber tenido momentos para compartir y pasarlo bien con personas que habitualmente no compartimos mucho. Atrás quedan los fríos que muchas veces nos hicieron dudar entre salir por las noches o quedarnos viendo TV, conectados a Internet o acompañados de un buen libro en la comodidad de nuestras casas…calientitos.

Una nueva primavera siempre será mejor, con un año de experiencia más en nuestras vidas. Es hora de dejarnos llevar por los cambios de la naturaleza, dejar también aflorar nuestros sentimientos, nuestra pasión, nuestras ganas de vivir plena y felizmente.

Quizás sea bueno, tratar de imitar a la naturaleza y provocar una primavera también en nuestras vidas, tratar de estar bien con nosotros mismos e irradiar a los demás este cambio positivo. Salgamos a celebrar cada uno de estos días llenos de múltiples colores, aromas y sentimientos. Enamorémonos una vez de más de la vida, de las personas, de nuestros sueños y deseos. Salgamos a redescubrir nuestro país, el mundo. Saquemos a la luz las alas y volemos lo más alto posible.

A lo mejor estas mismas palabras han sido influenciadas por la llegada del sol, quien sabe. O sólo es el deseo de que todo esté mejor, y la necesidad de un punto de quiebre. Lo que creo que importa realmente, es tener un punto de partida, para intentar ponerse de pie y comenzar a caminar nuevamente… ¿hacia dónde? Cada quien lo sabe, o en realidad ninguno de nosotros lo sabe…. Simplemente para comenzar a avanzar de nuevo, a viajar por los más recónditos lugares que nos tiene preparada la vida, y que sólo los que realmente lo quieran, podrán disfrutar.

Saludos a todos.

Ecos de Voz

Nostalgia, calor, dolor, sabor
recuerdos, sueños, soles de color
luces, estruendos, latidos, amor
dame algo que sea lo mejor

Pasado, presente, futuro, el sol
estrellas, cometas y una vieja canción
miedos, silencio, ecos de voz
dime que es cierto que nada es mejor

Que nada es mejor
que en la mañana el sol
que nada es mejor
que en el silencio tu voz
que nada es mejor
que en el dolor tu amor
que nada es mejor
que soles de color

El mar, arena, desiertos, calor
el viento, las aves, los nidos de amor
un niño me mira desde tu habitación
un perro me ladra igual que a un ladrón

No me digas que hoy se acaban los sueños
no me digas que hoy se cae el sol
si el mundo es de algunos entonces quien soy
si el silencio termina en esta canción.


(del álbum "Soles de Color" del año 1998)

septiembre 13, 2006

Y te diré que nunca lo sabrás

Cuando estés cansado de todo esto
y lo único que veas sea negro
busca un signo de vida entre la niebla
y piensa que las nubes se dispersan
el sol ilumina una vez más tu camino
y si tienes fe en algo eso te dará fuerzas

Recuerda que los más fuertes sobreviven
a las duras pruebas de esta vida
y mientras más vallas sobrepasemos
más cerca estaremos de la meta
pero en este juego no ganan los primeros
si no los que más de sí entregan

Y no me digas que no eres fuerte
y no me digas que no puedes
porque la verdadera fuerza está en uno
y más fuerte se hace el que más cae
no el que llega primero a la cima
si no el que de más abajo viene

Si realmente esperas tu golpe de suerte
dime que haz hecho para merecerlo
si realmente esperas tu oportunidad
dime que haz hecho para tenerla
si realmente quieres llegar lejos
dime cuanto haz avanzado
y te diré que nunca lo sabrás
hasta que un día llegues al final.


(del álbum "Soles de Color" del año 1998)

septiembre 02, 2006

Amanecer

Piensas que sos
un vuelo sin formación
piensas que Dios
se acuerda de tu ilusión

Cuenta hasta diez
el alma tendida al sol
sueños de ayer
y esa misma canción

De esos que no quieres ver
razones sin saber por que
tus besos ya no saben a miel
perdidos entre el amanecer

A veces sigo tu voz
recuerdo el viento otra vez
paradas al anochecer
respiros que entibian la piel

Y no dispongo de otro yo
que contradiga tu razón
no esperes por lo que no vendrá
si sientes esta verdad

Amanecer
amanecer
silencio al amanecer
amanecer

amanecer