Cuando miramos lo majestuoso de un gran árbol pocas veces nos preguntamos cuanto paso para que llegara a ser como es.
No pensamos en que sus nudos a la vista fueron ramas que tuvo que dejar ir.
No pensamos en cuantas hojas ha tenido que perder durante los años.
No pensamos en como su corteza se tuvo que ir haciendo cada vez mas fuerte y gruesa para soportar las inclemencias del paso del tiempo.
No pensamos en cuan alto tuvo que crecer entre muchos otros árboles para poder capturar la luz del sol que necesita.
No pensamos en cuánto tuvo que ir corrigiendo su rumbo al cielo, cada vez por una razón diferente probablemente.
No pensamos en sus raíces y cómo ellas tuvieron que explorar y crecer bajo la tierra para poder encontrar agua y nutrientes, y también dar la firmeza para que el árbol pudiera seguir elevándose.
No pensamos en los duros inviernos que tuvo que soportar. Tampoco en las épocas de calor extremo o sequías.
No pensamos en el daño que le fueron provocando otras especies, sobre todo la humana.
Pero tampco pensamos en todo lo que ese árbol ha entregado a su ecosistema año tras año. Algo de sombra para pasar el calor. Un hogar o refugio para muchos seres vivos. Frutos o semillas que sirvieron de sustento para muchas formas de vida. No pensamos en que gracias a él pdemos respirar un aire mas limpio.
Hay muchas cosas que no pensamos, y al pensarlas, solo se me viene a la cabeza lo tanto que deberíamos luchar por mantenerlos con vida.
Un árbol es el reflejo de la vida. La forma en que crece y se desarrolla está marcada por su entorno. Es lo que es por lo que le ha tocado vivir. Llega a ser majestuoso, porque en contra de todo, siempre quiso sobrevivir y seguir creciendo. Es majestuoso porque la vida en sí lo es, aunque parezca difícil en momentos, aunque sea dura con él, aunque le haya significado perder muchas hojas y ramas completas.
Es majestuoso también porque gracias a lo que es y ha sido, ha podido ser parte funcional de su entorno, de un gran todo, que beneficia y sostiene dia a dia, año a año, la vida, no solo de él, sino que la de muchos seres vivos, que sin él, no serían lo que son ahora.
Es majestuoso porque representa la vida como si fuera un gran monumento natural que da evidencia constante de que pase lo que pase, la vida siempre encuentra la forma de salir adelante.
